Que tu vida sea como un cuadro de Georgia O'Keeffe
Conectando con la Belleza en la Sencillez, como O'Keeffe lo hizo en su obra
Ayer fuimos a ver la exposición “Arte y Naturaleza” en Caixaforum (Barcelona). Maravilla. Canela en rama. Alimento para los sentidos y el alma. Pudimos degustar obras de artistas como Miró, Picasso, Kandinsky, Georgia O’Keeffe, Le Corbusier…
Una de las obras que me llegó más es “Red, yellow and black streak” de Georgia O'Keeffe. ¡Qué colores…! (por desgracia, en la foto se pierde mucho el color…)
Quiero más color en mi vida por favor. He empezado a estar harta del minimalismo de moda y el famoso “aesthetic”, que inunda Pinterest e Instagram; de los looks en colores neutros (prácticos porque te generan un armario funcional y práctico, combinable pero al final vamos todos uniformados); de las casas llenas de tonos uniformes beige o grises claros… Ya tenemos suficiente con tanto gris del asfalto.
Georgia O'Keeffe fue una artista estadounidense del siglo XX conocida como la madre del modernismo en su país. Son muy famosas sus pinturas de flores de colores vibrantes (que muchos decían que representaban en verdad genitales femeninos aunque ella lo negaba). Poco importa esto porque el arte tiene mucho de subjetivo y lo relevante es lo que le despierta en uno.
El verdadero interés de O'Keeffe era plasmar la belleza de las cosas a partir de un detalle que lleva a gran escala. Ver las cosas desde otro punto de vista y como si fuera la primera vez. Ver el mundo con los ojos de un niño. Qué poesía.
Representaba las flores engrandecidas (algo aparentemente simple) para apreciar bien su detalle y para que así a los neoyorquinos ocupados no se les pasaran por alto.
Ella quería que la gente se detuviera, saliera del gris de los automatismos y apreciara la belleza. Ay, Georgia, muchos te necesitamos en nuestra vida.
"¿Puedo estar sola y no estar sola? Puedo llegar a casa y encender el fuego y poner el agua a hervir. Puedo sentir el día recorrerme, pero sé que nunca estaré sola. Nunca, ni por un momento. Porque tengo muchas flores." Georgia O’Keeffe
Da igual donde estemos. Da igual lo que hagamos. Da igual cuáles sean nuestras situaciones o problemas. Si paramos y observamos podemos ver flores de colores. Podemos ver Belleza. Incluso (o sobre todo) en la soledad. Incluso (o sobre todo) en el dolor.
“Solo la selección, la eliminación, el énfasis, nos dan el verdadero sentido de las cosas” decía ella.
El verdadero sentido de las cosas. Otra gran lección, Georgia. Es importante ir depurando, eliminando lo superfluo o lo que no está alineado con nostros y nuestros valores primordiales a la vez que vamos seleccionando y centrándonos en lo esencial, simplificando y destacando aquellas experiencias, relaciones y cosas que realmente sí lo están para así conectar con el verdadero sentido.
Quitar ruido. Igual que O'Keeffe depuraba sus cuadros y se quedaba con lo esencial de la flor (muchos la han criticado por la “simpleza” de sus cuadros, pero qué ignorancia: lo fácil es complicarse; la simpleza es todo un arte, requiere maestría: que le pidan a un artista hacer volúmenes con tan solo uno o dos tonos de gradación como ella magistralmente consiguió), nosotros a través de nuestras decisiones también vamos haciendo las pinceladas de las obras de arte que representan nuestra vida.
Podemos estar pintando obras complejas, saturadas de colores sin sentido y que no nos vibran, rebuscadas, forzadas. O lo que es peor aún: hacer cuadros en tonos grises y negros que entran en bucle.
O bien podemos crear obras de arte magistrales pero sencillas, poniendo énfasis en la sutileza de los detalles, con pocos colores y tonos pero que estén bien elegidos y que me penetren hasta el alma. Estas son las obras que nos conectan con el verdadero sentido y la Belleza.
Yo lo tengo claro: quiero que mi vida sea como un cuadro de Georgia O’Keeffe. Sencilla, vibrante, Bella.